Si un occidental desea desayunar con cierta originalidad, quizás no se le ocurra presentarse en un cementerio, a pesar de que el necroturismo ya se practica.
Seguramente los turistas de necrópolis por ahora no se atrevan a comerse un buen croissant, sentado en un panteón.
Porque la mayoría de las culturas consideran que la comida y los muertos son incompatibles, sin embargo, en la cultura hindú es de lo más normal.
En el particular restaurante New Lucky de Ahmadabad, en el estado de Gujarat, en la India, los comensales desayunan entre las tumbas y nadie se espanta por ello. Por el contrario, creen que trae buena suerte.
El local comenzó a funcionar en la década de los ’50 cuando K.H. Mohamed abrió un puesto de venta de té frente a un cementerio musulmán de varios siglos de antigüedad. El negocio marchó bien y el local ha ido creciendo quedando entre las tumbas de cemento verde.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
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