Ignorado, olvidado, perdido en el tiempo, era francés, se llamaba Gounoulihou, inmigrante que hizo historia en Montevideo.
Tenía un apellido difícil para la sencillez de aquellos primeros habitantes, que sin querer lo simplificaron en Guruyu.
Perdió varias vocales y consonantes, pero nada de eso fue obstáculo para bautizar con su nombre el primer barrio que tuvo Montevideo, un pedazo amurallado que desde el Fuerte, llegaba al río.
Fue un rincón tranquilo, familiar, lleno de españoles, italianos, franceses, turcos, sirios, todos atraídos por el sueño americano y por un suelo que no ofrecía muchas cosas, sentenciosamente llamado en la publicación La tierra purpúrea “tierras sin ningún provecho”,
Fue escrita por un naturalista y escritor llamado Hudson. que en el libro que acabo de mencionar :La tierra purpurea cuenta aventuras en
En esos primeros tiempos el puerto no existía y tampoco había muelles, pero lentamente fueron apareciendo signos de progreso.
El tranvía de caballitos empezó a circular, se construyo el muelle Maciel, después las escolleras y así el puerto se echo a andar y el barrio Guruyu, que un francés había fundado, se extendió.
La fisonomía de Montevideo demostrará, que a partir de ese grupo de gente de diferentes orígenes, las tierras tenían mucho más provecho que lo declarado por la sentencia.
Y en algún rincón olvidado, entre los muros, o el empedrado, permanece el espíritu de aquel inmigrante que le dio su nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario