lunes, 6 de octubre de 2008

EL HACHAZO HOMICIDA QUE BAUTIZO UN BAR

En el cruce de las calles Buenos Aires y Maciel, en una esquina legendaria, en el corazón del barrio Guruyú, está el mostrador más antiguo de Montevideo.
Tiene por lo menos doscientos años a cuestas, nació como pulpería y un hachazo mortal homicida, le puso nombre allá por el año 1794.
Sin embargo aquí lo vemos tan campante, entero y con alias de recuerdo.

Como les contaba, su edad es imposible de precisar, se puede decir que pertenece a la prehistoria uruguaya, cuna de tradiciones populares y esta en plena actividad.
Nació veintitrés años antes de la creación del departamento de Montevideo y treinta y uno antes de la Declaratoria de la Independencia
Allí cuentan que nació la yapa y también aunque muy rudimentaria, la práctica del boxeo entre los marineros que recalaban en nuestras costas y tentaban a los criollos a medir fuerzas y habilidades, en el espacio de un cuadrado cercado por sogas. Así nomás improvisadamente.
Hasta el 15 de abril de 1794, se llamaba: “la esquina pulpería de Juan Vazquez,
Después el asesinato del dependiente del almacén: Bernadino Paniagua, conmocionó a tal punto a la serena San Felipe de Montevideo, que el boliche cambió de nombre y comenzó a llamarse “El Hacha”.
El homicida fue Domingo Gambini, actuó solo y con fines de robo, fue juzgado en Buenos Aires, como capital del Virreinato del Río de la Plata y ahorcado en Montevideo.
Así nació “la esquina del hacha” y con obvias modificaciones interiores pero el mostrador mantiene las características de lo que fue, rejas originales, ladrillos españoles de cuatro kilos y sesenta centímetros de ancho, vigas de tronco de palmera y un brocal de piedra dura, hecho a mano, que es lo único que queda del aljibe.
Sin embargo y a pesar del paso de los años, no se ha quebrado la mística de este boliche, que parece embromar al tiempo con su rica historia de dos siglos.

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